Las neoplasias cutáneas, a excepción del melanoma maligno, son un grupo heterogéneo de enfermedades poco frecuentes que pueden tener múltiples complejidades para su diagnóstico y tratamiento, como son: alto grado de dificultad para diferenciarlas de su contraparte benigna y para diferenciarlas entre ellas mismas.
Actualmente la nomenclatura es confusa, probablemente debido a que no siempre hay relación directa entre la morfología de la neoplasia y su comportamiento biológico.
Se pueden clasificar en base en su comportamiento biológico como neoplasias de bajo y alto grados y de conducta incierta; también se clasifican en referencia a su origen en la estructura de la piel y su diferenciación y características histopatológicas.
Tabla: Clasificación
- Neoplasias de anejos cutáneos
- Tumores con diferenciación ecrina y apocrina
- Carcinoma tubular
- Carcinoma microquísticoanexial
- Porocarcinoma
- Tumor mixto maligno de la piel
- Hidradenocarcinoma
- Carcinoma mucinoso
- Carcinoma papilar digital
- Carcinoma adenoideo quístico
- Carcinoma mucoepidermoide
- Carcinoma exespiradenomaecrino y cilindroma
- Carcinoma apocrino
- Enfermedad de Pagetextramamaria
- Tumores con diferenciación folicular
- Carcinoma pilomatrical
- Tumor pilar proliferante
- Carcinoma triquilémico
- Tumores con diferenciación sebácea
- Carcinoma sebáceo
- Carcinoma sebáceo rico en células basaloides
- Neoplasias de la epidermis
- Carcinoma escamoso
- Carcinoma basocelular
- Tumor de células de Merkel
- Neoplasias de la dermis
- Fibroxantoma atípico
- Histiocitoma fibroso maligno
- Dermatofibrosarcomaprotuberans
- Neoplasias vasculares
- Angiosarcoma
- Sarcoma de Kaposi
- Neoplasias derivadas de células que migran a la piel
- Histiocitosis de células de Langerhans
- Micosis fungoide
- Mastocitosis
Pueden originarse en cualquier lugar de la anatomía de la piel, la mayor parte de ellas no tiene ningún marcador clínico característico que nos lleve a elaborar el diagnóstico correcto, el diagnóstico clínico no puede generalmente ir mas allá de proponer a la lesión como probable neoplasia maligna y, por tanto, para llegar al diagnóstico definitivo es indispensable el examen histopatológico, tras la realización de una biopsia o tras la escisión de la lesión. En general, las neoplasias malignas de cutáneos, a excepción del melanoma son placas o nódulos cutáneos irregulares, con un patrón de crecimiento más o menos rápido, en ocasiones de coloración violácea y con ulceración frecuente. El potencial de diseminación a distancia es muy variable, según el origen y el comportamiento biológico de la neoplasia. El tratamiento es igualmente muy variable, en función a estos datos y en función de la localización y extensión, pudiendo ser preciso utilizar sólo tratamientos locales, como tratamientos sistémicos.
El mejor conocimiento de estas neoplasias, la estandarización de su nomenclatura y clasificación, el mejor estudio de las bases biológicas y moleculares implicadas en su génesis, redundará en grandes avances en el diagnóstico precoz, prevención y tratamientos de las mismas.